Durante el segundo semestre la actividad académica se planificó de manera híbrida, con foco central en la presencialidad, lo que planteó como desafío adicional el dar respuesta a requerimientos de flexibilidad por parte de los docentes y de los alumnos.
Desde fines de 2020 y durante los dos semestres lectivos de 2021, la metodología denominada Índice de Riesgo de Brechas de Aprendizaje (IBA) permitió realizar mediciones de los resultados obtenidos, tanto a nivel de asignaturas como en el logro del perfil de egreso.
En esta línea fue fundamental el trabajo de los Centros de Aprendizaje, cuyo rol se fortaleció con la transición a la modalidad virtual. Es así como, en 2021, se realizaron 36.047 atenciones en el IPST y 48.897 en el CFTST, favoreciendo a 4.821 y 7.255 estudiantes, respectivamente.
En el ámbito de la innovación académica en los planes de estudio, se avanzó en el rediseño de 18 carreras, 13 del IP y cinco del Área de Salud del CFT, iniciativas vinculadas a los Fondos de Desarrollo Institucional (FDI) adjudicados en 2020.
El compromiso institucional con la mejora continua y el cumplimiento de estándares de calidad como definición estratégica redundó en sólidos avances, siendo una de sus expresiones más significativas la acreditación institucional por cinco años obtenida tanto por el IP –Acreditación de Nivel Avanzado, de acuerdo con la nueva ley– como por el CFT.
Estos logros, junto con la adscripción a la gratuidad por parte de ambas instituciones, implican una gran responsabilidad y presentan los desafíos actuales y futuros que debemos abordar, teniendo como foco principal a los miles de estudiantes que han depositado su confianza en el Instituto Profesional y en el Centro de Formación Técnica Santo Tomás”.